domingo, 18 de mayo de 2014

Sobre la llamada¨"madurez"

Oh, vaya palabra. Tengo un conocido que al escuchar los años que cumplía apenas el pasado mes, comentaba que ya era grande. Ojalá.

Pensaba en el concepto, y todo se resumía a: decisiones. En un curso que doy sobre redacción, la palabra que más equivocaban en escribir era en "decisión". Y tal parece que la carga morfológica llevara en sí misma, una carga existencial (OK, semántica, pues).

Creo que la madurez tiene que ver enteramente con ello. Con una especie de aceptación de una ley física evidente: a cada acción, una reacción. Sí, señoras y señores, las tres décadas en mi persona (etcétera), han hecho una especie de nueva salida de maratón. No sé cuánto dure, pero puedo decir que ahora sé más cosas e ignoro muchas más. Justo en este momento me hallo en un departamentito que me ha brindado un espacio necesario después de regresar de un viaje impresionante.

Para comenzar este libro virtual, habrá que aclarar varios puntos: he nacido en una familia hermosa, que me ha apoyado de una manera impresionante. He estudiado durante nueve años, carreras que literalmente representan eso: carreras. Me parece que los 27 años fueron un parteaguas, una bofetada de realidad que me acercó a mis verdaderas potencias. He vivido en mi bella Xalapa, en el DF, en Cuernavaca, he conocido y me he equivocado innumerables veces, ¿pero saben?, estoy satisfecha (en este momento pienso en que me muero porque me cae el techo y esto ha sido registrado, espero no quedar con la boca abierta).

Hoy he decidido emprender el blog, retomar el dibujo y la pintura, liberar mis manos para mis ideas y pensamientos (muchas veces tan absurdos), y me gusta.

Creo que la madurez no llega del todo, porque la ventaja es seguir siendo infantil. Ya hablaré un día sobre mi nefasta memoria, pero eso sí, me da la ventaja de sorprenderme siempre.

El tiempo dicen que no perdona, pero no le solicito que me perdone, le solicito que me dé más chance de seguir.

¿Quieren saber de mi madurez? Jajaja, sólo observo, y lo que vea, créanme, lo escribiré. Momento, soy una niña que cumple años el día del niño. Creo que soy inmadura lo necesario, todo se vale siempre y cuando no hieras con estupideces a quienes amas. Siempre y cuando no soportes estupideces de quienes evidentemente no te aman.

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